Es muy común que las empresas abran sus puertas a becarios o personas en formación que se capacitan para el mundo laboral. Sin embargo, el nuevo Estatuto del Becario regularía estas prácticas para proteger sus derechos y competencias. Veamos de qué se trata.
Es prácticamente imposible encontrar un profesional que no se haya iniciado en el mundo laboral como becario en alguna empresa. Estas prácticas son comunes en todos los países del mundo y es una de las relaciones más beneficiosas para estudiantes o profesionales recién egresados.
No obstante, existe una mala concepción del papel del becario en algunas empresas en casi todos los sectores productivos. Los derechos laborales de los becarios se encuentran, hasta ahora, en una especie de laguna legal sin una normativa clara.
Por esta razón, desde hace varios años el Gobierno se ha planteado la necesidad de aprobar un conjunto de normas laborales para los becarios. Recogidas en una iniciativa del Ministerio del Trabajo, el Estatuto del Becario planea dar carácter laboral especial a este grupo de trabajadores.
Contenido dentro de la reforma laboral aprobada recientemente, el Estatuto del Becario regularía la jornada laboral y derechos de estos trabajadores en prácticas. Veamos algunas de las consideraciones más importantes.
Aunque no es una discusión nueva, los derechos de los estudiantes y personas en prácticas han sido una petición sólo escuchada recientemente. Para muchas organizaciones sindicales, algunas empresas han cometido abusos laborales que no están regulados en la ley.
El exceso de horas laborales, la carga de trabajo por encima de sus competencias o la realización de tareas no relacionadas con su preparación. Estas son algunas de las quejas más habituales entre los aspirantes a profesionales y que han sido presentadas desde el año 2021 por el Ministerio del Trabajo.
Las mesas de trabajo con patronales, sindicatos, universidades y gobierno han tardado más de un año en llegar a conclusiones satisfactorias para todos los sectores. Aún así, el Estatuto del Becario se ha presentado a discusión con diferentes regulaciones inherentes a las prácticas de preparación profesional.
Un elemento crítico y considerado por el estatuto, es la definición de becario. Según las denuncias existen falsos becarios como una excusa para reducir los costes laborales o aumentar la carga a personas en formación. Esta definición pretende erradicar las malas prácticas referentes a los becarios y reducir los abusos laborales actuales. Este es el punto de inicio más importante del estatuto, pues crea un marco legal sobre lo que puede considerarse como becario. De la misma forma, el estatuto pretende marcar una diferencia entre lo que se considera una práctica laboral curricular y extracurricular.
Especialmente grave para el Ministerio son los más de 3000 falsos becarios que cumplen jornadas laborales completas sin una remuneración acorde. Además, según el gobierno, estos trabajadores deben regularse desde una definición unitaria para todas las partes.
Todas las leyes inician con un marco teórico que define los conceptos ahí regulados como una forma de estandarizarlos. En este contexto, la redacción del Estatuto del Becario definiría claramente lo que se considera un becario objeto y sujeto de la ley.
Para el estatuto, los becarios son estudiantes que desarrollan tareas formativas incluidas en programas oficialmente reconocidos por los centros de Formación Profesional o Universidades. Y he aquí el principal punto de incompatibilidad entre sindicatos, gobierno y empresas.
Para los representantes oficiales y sindicatos, el Estatuto del Becario debe eliminar de la definición de becario a todo trabajador en prácticas extracurriculares. Este es el punto de discordia más fuerte pues prohibiría la figura de becario fuera de un programa universitario o de FP.
Clasificación de los becarios
Contemplada en el convenio de prácticas actual:
1. Prácticas laborales curriculares
Aquellas que se realizan de forma obligatoria como parte de un programa educativo universitario o de formación profesional. Estas prácticas se sumarán al saldo de créditos educativos de los estudiantes y podrán ser pre-requisitos para finalizar sus estudios.
2. Prácticas laborales extracurriculares
Según el convenio actual, un estudiante o cualquier persona puede de forma voluntaria ingresar a un empresa como becario. Al aceptar esta clasificación, la persona se compromete a realizar una serie de trabajos pero sin una contraprestación regulada. Estas prácticas no son parte del ciclo formativo obligatorio del trabajador.
La razón por la que el Ministerio pretende eliminar esta última definición del Estatuto del Becario es por su desvirtuación en la realidad laboral española. De acuerdo con los estudios ministeriales, este es el punto al que se han acogido algunas empresas para cometer abusos laborales contra becarios.
Pero, además de la definición legal, existen otras consideraciones importantes que podrían tener luz verde legal en los próximos meses. Veamos cuáles son.
Regulaciones más estrictas y eliminación del cobro de prácticas
El becario como esa persona dispuesta a todo con tal de tener una oportunidad laboral, es un mal concepto de muchas empresas. Para algunos jóvenes profesionales la etapa de becario es recordada como una de sus peores en la vida laboral.
Algunos abusos frecuentes son hacer los trabajos que nadie quiere, trabajar en festivos, fuera de horario y con labores fuera de su campo profesional. Pero además, existen algunas empresas que cobran a los becarios por la oportunidad de trabajar en sus filas.
Todos estos vicios arrastrados por años de falta de regulación planean ser eliminados por el Estatuto del Becario.
Primer borrador
En un primer borrador se contemplan las siguientes consideraciones:
- Se eliminarán las prácticas laborales extracurriculares.
- Se prohibirán los cobros por prácticas laborales.
- Se establecerá la figura del tutor. Esta persona deberá encargarse de la formación y no podrá tener a más de 5 becarios.
- Se limitará la jornada laboral de acuerdo a lo establecido en las leyes del trabajo actuales.
- Las empresas no podrán tener más de un 20% de su plantilla bajo la figura de becarios.
- Las empresas deben dar de alta en la Seguridad Social a los becarios y podrían obtener subvenciones de hasta un 75% por cada becario.
Este borrador aún está sobre la mesa de negociación pues algunas asociaciones empresariales y universidades no parecen estar de acuerdo en todos los puntos. Aún así, es muy probable que aunque se hagan algunas modificaciones, el texto esté aprobado próximamente.
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