Nuevos cambios en las cuotas de autónomos

26 septiembre 2024

Los nuevos cambios en las cuotas de autónomos, permite ajustar las cuotas asociándolas al nivel de ingresos, gastos y rendimientos previstos durante el año. Veamos la nueva normativa en relación a la cuota de autónomo y cómo te beneficia.

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La cuota de autónomo es uno de los pagos que más inhiben a muchos emprendedores. Esta cuota, suele cobrarse de forma fija de acuerdo al epígrafe inscrito en la Seguridad Social y no varía de acuerdo al ingreso.

Es decir, no importa si un mes fue muy bueno o si no hubo ingresos, el autónomo deberá pagar la cuota de forma obligatoria. Esto puede ser desmotivador, especialmente durante los primeros momentos de cualquier emprendimiento.

A menos que el negocio sea absolutamente próspero desde el día uno, esta cuota estará ahí de forma invariable. Para los que ya tienen experiencia, resienten este cobro y llevan muchos años pidiendo ajustes para esos momentos en los que el negocio está en horas bajas.

Afortunadamente, en 2024 entró en vigor una nueva normativa que establece cuotas ajustables para autónomos en función de la previsión de ingresos anuales. Sin duda, un cambio importante para miles de trabajadores por cuenta propia en España.

Pero, ¿cuáles son los cambios y cómo benefician a los autónomos? Ahora lo descubriremos, pero antes, vamos a definir bien qué es la llamada cuota de autónomo.

En términos sencillos, la cuota de autónomo es el importe mensual que todo trabajador autónomo debe abonar a la Seguridad Social. Este pago permite tener acceso a las prestaciones sociales del sistema español. Aquí se incluye la sanidad pública, pensión de jubilación o prestaciones por incapacidad temporal. En otras palabras, es una aportación económica que se realiza para estar cubierto por el sistema de protección social, similar a las cotizaciones que realizan los trabajadores por cuenta ajena.

No pagar la cuota de autónomo puede tener serias consecuencias. Dado que la cuota es una obligación mensual, dejar de abonarla puede afectar tanto en el corto como en el largo plazo. Si un trabajador independiente no paga la cuota le puede afectar en:

Recargos por impago

Si no se paga la cuota dentro del plazo establecido, la Seguridad Social aplicará un recargo sobre el importe adeudado. El recargo por impago varía en función del tiempo que tarda en regularizarse la situación. El impago genera desde un 10% durante el primer mes hasta un 20% del importe adeudado.

Pérdida de prestaciones

Otra de las consecuencias inmediatas de no pagar la cuota es la pérdida de derechos sobre las prestaciones sociales diferentes a la sanidad pública. Es decir, prestaciones como las bajas por incapacidad temporal, el cese de actividad o las prestaciones por maternidad o paternidad.

Dificultades para acceder a la jubilación

Al dejar de pagar la cuota de autónomo, también se ve afectada la cotización para la jubilación. Cada mes no cotizado representa un mes que no contará a la hora de calcular la pensión de jubilación. Esto puede significar un aumento en la edad de jubilación o una reducción de la compensación.

Embargos y procedimientos de cobro

La Seguridad Social, en casos extremos, puede iniciar procedimientos de embargo de los bienes o ingresos. Esto podría incluir el embargo de la cuenta bancaria, bienes muebles o inmuebles.

Una vez comprendida la razón de ser de la cuota de autónomo y las consecuencias de no pagarla, es hora de ver las nuevas modificaciones. Estas actualizaciones pretenden dar un poco más de flexibilidad a los trabajadores por cuenta ajena e incentivar el emprendimiento. Veamos las más importantes.

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La nueva reforma de las cuotas de autónomos en el 2024

Esta reforma tiene como objetivo hacer que las contribuciones a la Seguridad Social sean más ajustadas a la capacidad económica real de cada autónomo. Veamos lo que incluye esta nueva normativa y cuáles son sus implicaciones para cada situación laboral y financiera.

¿Cómo se calcula la cuota según los ingresos?

El cálculo de la cuota de autónomos se realizará de acuerdo a los ingresos netos, es decir, los ingresos después de restar los gastos deducibles. Para establecer la base de cotización, el autónomo deberá estimar sus ingresos anuales. En función de esa previsión, aplicará un tramo de cotización correspondiente.

Los tramos de ingresos están divididos en diferentes categorías y cada una de ellas tiene una cuota mínima y una máxima. Esto significa que cuanto mayores sean los ingresos, mayor será la base de cotización y en consecuencia, la cuota mensual, así:

  • Ingresos anuales hasta 6.000€: Cuota mínima de aproximadamente 230 euros mensuales.
  • Ingresos entre 6.000 y 12.000€: Cuota ajustada entre los 230 y 300 euros.
  • Ingresos superiores a 25.000€: Cuota máxima que puede superar los 600€ mensuales.

Como vemos, este sistema busca reflejar de manera más equitativa la capacidad contributiva de cada autónomo. Por ende, irá ajustando las cuotas a lo que realmente ingresa el autónomo durante el año. Esta nueva normativa usa la previsión de ingresos como base de cálculo. Pero, esta estimación no es tan sencilla como parece. Veamos por qué.

La previsión de ingresos: ¿Cómo realizarla?

Uno de los aspectos clave de la nueva normativa es la previsión de ingresos. Como autónomo, se debe realizar una estimación de los ingresos anuales al comienzo de cada año o cuando inicie la actividad. Esto puede parecer un reto para quienes tienen ingresos irregulares, como aquellos que trabajan en sectores con estacionalidad. También para quienes sus ingresos fluctúan significativamente a lo largo del año.

Sin embargo, el sistema permite una cierta flexibilidad. Si a lo largo del año, los ingresos reales no coinciden con la previsión, el autónomo tendrá la posibilidad de modificar la base de cotización. Este cambio podrá hacerse hasta seis veces en un mismo año. Esta opción es especialmente útil para aquellos autónomos que enfrentan variaciones estacionales en sus ingresos.

¿Qué sucede si los ingresos no coinciden con la previsión?

Al finalizar el año fiscal, la Agencia Tributaria revisará los ingresos reales declarados en la declaración de la renta. Si la base de cotización que se ha elegido no coincide con los ingresos reales, se realizarán ajustes retroactivos, de la siguiente manera:

  • Si se ha cotizado de menos, es decir, los ingresos fueron mayores que los previstos, se deberá pagar la diferencia.
  • Si se ha cotizado de más o los ingresos fueron menores que los previstos, la Seguridad Social devolverá el exceso de cotización.

Este mecanismo asegura que, al final del año, las cuotas pagadas se ajusten de manera precisa a tus ingresos reales. Pero, en la práctica, ¿hay ventajas en este nuevo sistema? Veamos.

Ventajas e inconvenientes de las nuevas cuotas

La reforma tiene como propósito fundamental proteger a los autónomos con ingresos bajos. Sin embargo, al mismo tiempo, garantiza que aquellos con mayores ingresos coticen de manera proporcional. Veamos algunas ventajas de este cambio.

Ventajas de la nueva normativa

  • Cotización más justa: Los autónomos con ingresos bajos verán reducidas sus cuotas, lo que les permitirá continuar con su actividad sin una carga excesiva. Al mismo tiempo, los autónomos con ingresos más altos cotizarán más, lo que mejorará sus futuras prestaciones.
  • Mayor flexibilidad: La posibilidad de ajustar la base de cotización hasta seis veces al año da a los autónomos la oportunidad de adaptarse a sus fluctuaciones de ingresos. Esto es especialmente beneficioso para aquellos cuyos ingresos varían por temporadas.
  • Mejores prestaciones: Al cotizar en función de los ingresos reales, los autónomos tendrán acceso a mejores prestaciones sociales, como una jubilación más alta o una mejor cobertura en caso de incapacidad.

Inconvenientes previstos

  • Mayor responsabilidad: Los autónomos deberán ser más cuidadosos a la hora de hacer su previsión de ingresos y ajustar sus bases de cotización durante el año. Esto requiere un seguimiento constante de su actividad económica para evitar sorpresas al final del año.
  • Posibilidad de ajustes retroactivos: Si la previsión de ingresos no es precisa, el autónomo podría enfrentarse a ajustes de pago al final del año, lo que podría afectar su planificación financiera.
  • Impacto en autónomos con ingresos elevados: Aquellos autónomos que hasta ahora cotizaban por la base mínima, pese a tener ingresos elevados, verán un aumento significativo en sus cuotas. Lo que puede ser percibido como una carga adicional, aunque proporcional.

Para maximizar las ventajas y minimizar los inconvenientes, la mejor recomendación es prepararse de la mejor manera posible. Veamos algunas recomendaciones antes de tomar cualquier decisión.

¿Cómo prepararse para la nueva normativa?

Para cualquier autónomo, es fundamental hacer una preparación idónea para la entrada en vigor de la nueva normativa. Estos son algunos consejos que pueden ser útiles en el proceso de  adaptarse mejor a estos cambios:

  • Realizar un seguimiento regular de los ingresos: Llevar un control detallado de los ingresos y gastos a lo largo del año será clave. Esto a fin de realizar previsiones más precisas y evitar ajustes imprevistos al final del año.
  • Modificar la base de cotización según las necesidades: Cómo autónomo, se puede hacer uso de la opción de modificar la base de cotización. Esto puede hacerse varias veces al año si los ingresos varían. Con ello, se puede mantener una cotización ajustada y evitar sorpresas al final del ejercicio.

Aun así, contar con un equipo de asesores especializados aporta una serie de herramientas para hacer previsiones más ajustadas a la realidad y adaptar los pagos de las cuotas de autónomo a los ingresos reales.

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